No puedo dejar de ver la cuenta de flickr de La Casa Blanca y no pensar en la ritualidad imperial que la embebe.
Se trata de fotos donde el mandatario y sus allegados son retratados por el ejército de cámaras que los rodea, las cámaras oficiales, claro está.
No deja de maravillarme cada imagen: sus colores, sus posturas, su simbolismo y su profundo sentido de la mercadotecnia política. Lo que más me fascina es su abierta francmasonería que pone en orden cada aspecto y lo envuelve en una especie de aura exquisita y crìptica.
Son por ahora 99 páginas llenas de fotos en la cuenta de flickr que administra La Casa Blanca, iré poniendo las que más me llamen la atención; por el momento he visto un tercio exacto de esas imágenes y les puedo decir que cual libro, salen a la luz los motivos recurrentes: la fuerza del mandatario pero su ternura: el contacto constante con infantes, que lo contemplan unos azorados otros muy contentos. Vemos su figura regia pero su capacidad para la risa y también su agilidad en el deporte. No vemos un mandatario iracundo y ahogado en su ego; lo vemos humilde y dialogando, lo vemos con sus hijas, con su perro Bo (en la fiesta de cumpleaños de éste), con Michelle (siempre mágnifica, regia y guapísima, La Dulce Emperatriz indiscutible), saludando a todo su equipo de trabajo, a los de limpieza en palacio blanco, por supuesto con diversos mandatarios: europeos los más.
Sobre todo me interesan las imágenes que captan aspectos muy específicos de palacio imperial: los vasos de agua, los floreros, los cubiertos, los meseros, los jardines.
Me parece un protocolo muy agradable a la vista, déjenme saber qué opinan.
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