miércoles, 30 de diciembre de 2009

Mester de guerrillero: La poesía según Raquel Jodorowsky




Poetas venidos del infinito
Por Raquel Jodorowsky

Poetas venidos del infinito
-que es un pedazo de amor del universo
Con el sol-
Poetas desconocidos
Pobres locos
Estamos esparcidos en todos los países
Desde el fondo de las cárceles
Tratamos de comunicarnos
Escribiendo las mismas cosas
Sin conocernos
Riendo y llorando
Y amándonos
Y dibujándonos el posible rostro
Enviándonos girasoles en las cartas
Estamos tratando de decir
Que la esperanza existe
Creyendo defendiendo
Para defendernos.

Yo sé que desde otro planeta
Nos están mirando
Nos esperan
Nos preparan
Para algo.

(Caramelo de sal, p.20)

Mester de guerrillero:
La poesía según Raquel Jodorowsky (Guillermo "Rojo" Córdova)




Desde hace muchos años nacionalizada peruana, Raquel Jodorowsky, se ha desempeñado principalmente como poeta, aunque también ha sido traductora de poemas del quechua al español, ha sido titiritera itinerante en los Andes e incluso modelo en la televisión peruana de los años sesenta. Sin olvidar, por supuesto, que su quehacer lírico va de la mano de su temprano gusto por tocar el piano y su constante labor pictórica, de la que por cierto, ha ofrecido bastantes exposiciones ya.
Aunque no ha dejado de escribir y presentarse en recitales a lo largo principalmente de Latinoamérica, su vida y obra están alejadas del mainstream, tanto así, que sus más de 15 libros (traducidos varios de ellos al inglés, francés, alemán e italiano) aquí en México son casi inconseguibles.[1]El presente poema pertenece a Caramelo de sal (1977)[2], ilustrado por su hijo Dayal. A continuación iré demostrando cómo es que está conectado con varios de los poemas que conforman este libro.

En los primeros tres versos[3] se hace patente el bienestar, la plenitud, pero venida de lejos, de planos superiores.
Poetas venidos del infinito
-que es un pedazo de amor del universo
Con el sol-

Estamos esparcidos en todos los países
[4]
Desde el fondo de las cárceles

Tratamos de comunicarnos
Escribiendo las mismas cosas

“Desde el fondo de las cárceles”, es decir, los poetas son los que van en contra de lo establecido muy alejados de los poetas oficiales que se callan ante la miseria del mundo: ”Defiéndeme de esos poetas/ con su mortalidad llena de huesos/ que con tinta de olvido escriben cartas/ donde hablan del vacío/ y dan noticias del aire:/Esos poetas que se ganan la vida/ y pierden un paraíso./ Aquellos que se derrumban/ en la construcción del amor/ que están mejor dentro de sí/ que afuera/ al calor de los demás.” (“Oh, gran ciudad”, p.24)
El poeta (uno de esos que están esparcidos por todos los países) debe estar al tanto de la realidad, debe cantar la opresión de su pueblo:

Poeta olvida tu lira de Fabricante de Poesía
De Comerciante de Sueños
Desciende tu mirada a los infiernos
Donde pequeños hombre con sus pequeñas vidas
Van con inverosímiles cuerpos perforados
A sembrara el alba para ostentar al día
Un niño salvado a la desgracia
(“Poeta”, p.28)

El del poeta, debe ser un oficio guerrillero, que incomode y que transforme:

Poeta si metieras tu pluma en la existencia
De este viejo planeta

Y tocaras el desorden, los gusanos negros
El amor frustrado de los jóvenes vientres
Ametrallados en la arena,
Descubrirías que tu afinado canto
Ha sido casi inútil.
Poeta ya no cantes. Toma tu fusil de fuego
Y dispara otras palabras
Capaces de incendiar este siglo de tontería
Y barbarie.
Vuela de una vez las sienes de las mentes dormidas
Agarra su comodidad y muérdela.
(“Poeta”, pp.28-29)

Los poetas están íntimamente conectados aún sin haberse visto nunca:

Sin conocernos
Riendo y llorando
[5]
Y amándonos
[6]
Y dibujándonos el posible rostro

Enviándonos girasoles
[7] en las cartas

Estamos tratando de decir
Que la esperanza existe
[8]
Creyendo defendiendo
Para defendernos.

Yo sé que desde otro planeta
Nos están mirando
Nos esperan
Nos preparan
Para algo.



Los poetas, pues, aparecen como una especie de destacamento armado de palabras, pero destinados a ser señalados por los poderosos, a ser encarcelados. A morir por su pueblo. La poesía se vuelve un oficio inegable de mártires heroicos (“poetas desconocidos/ pobres locos” (“Poetas venidos del infinito”, p.20)). De nuevos Cristos: “(…) Jesucristo vistió como un obrero/ cualquiera de su época/ es decir/ como un poeta pobre del Siglo XX “. (“He aquí nuestro planeta,” .p.18).
Ante todo, criaturas superiores destinadas a regresar a su esencia gloriosa: “Iremos en busca/ de la patria verdadera/ olvidando la imagen de nosotros/ un monstruo del pasado. / Descubriremos nuestra forma/ misteriosa en el futuro/con nuestro polvo humano/ diluido / cayendo en la orilla de otros mundos…” (“El universo en la mano”, p.19). O en todo caso criaturas-imanes-de-oraciones que son capaces de atraer la esencia:

En la maternidad de las regiones calientes
Profundos poetas de madera negra
Cubren sus cuerpos de polvos amarillos
Ponen cabeza abajo sus poemas agujereados con árboles
Y en un acto de oración común de roncos sonidos
De pulmones calcinados piden que venga
Que baje el Mesías de otro Mundo
Y nos barra
Y comience un cultivo sobre la tierra
De hombres con quehaceres superiores…
(“Poetas en condición sumergida”, p.23)

Capaces de hacer la gran obra ellos mismos: salvar el mundo de su podredumbre, empezar a cambiarlo:
Mira, aquí estoy yo con mi canción. No tengo más.
Puedo ponerla en tu boca. Ella dará belleza y fuerza
Mientras tus manos rehacen el mundo.
Vamos juntos, trabajadores y poetas vagabundos,
Y moveremos todo sobre la tierra.
(“Primer canto de amor de los poetas vagabundos”, p.25)


Luego de estas observaciones se hace patente que “Poetas venidos del infinito” está urdido dentro de una temática que embebe el libro al que pertenece, me refiero al hecho de cantar reflexiones sobre la poesía, y que es uno de los tópicos recurrentes de la autora[9]. Además podemos apreciar que para Raquel Jodorowsky la poesía está destinada a ser, en las manos apropiadas (de los heroicos y trágicos poetas), una arma tremenda de destrucción paulatina (con esperanzas de ser masiva) de lo anquilosado y a la vez de construcción acompasada pero determinante de una nueva conciencia.

Bibliografía:
Córdova, Guillermo, “De poetitas, poetotas y misteriosas influencias. Una entrevista con Raquel Jodorowsky”, Velocidad crítica 99, abril, 2007.
Jodorowsky, Raquel. Caramelo de sal, editorial Ausonia, Lima, 1977, 93 pp.






NOTAS:

[1]
Hasta el momento he conseguido 9, además de varios poemas sueltos en revistas y en la red, así como algunas entrevistas. La mayoría se encuentra en universidades estadounidenses, algunos incluso en la Biblioteca del Congreso, otros más están en la Biblioteca Nacional de Chile.
[2] La totalidad de las citas pertenecen a esta edición.
[3] El poema a analizar irá en cursivas.
[4] Son sólo algunos los elegidos que pueden captar esa materia inefable esparcida por el cosmos: Un Dios ciego nos está mirando./ ÉL no puede escribir./ Entonces nos dicta los poemas que soñamos/ Cuando estamos soñando./ Oh, Padre Analfabeto/ Cuánta canalla salta sobre tu poesía (“Estuve en una reunión”, p.27)

[5] “A sus lágrimas suma otras lágrimas/ ríe ajenas alegrías junto a las propias.” (“Palabra de poeta”, p.30)
[6] “Sin compromiso, incognito, mezclado, un poeta es todos los hombres que una vez han amado.” (“Palabra de poeta”, p.30)
[7] Aquí el girasol es importante, pues denota la esperanza de inefabilidad superior nacida de la tierra, recordemos al sol asociado con el amor superior en los primeros versos del poema.

[8]
“Un poeta es un trabajador de la esperanza/ cincela, pule, esculpe una palabra, edifica.” (“Palabra de poeta”, p.30)
[9] Véase, por ejemplo, Sin antes ni después (1984), reflexión de largo aliento sobre la vida y su estrecha relación con el quehacer poético.

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